El sector inmobiliario de EEUU comienza a retroceder luego de meses en que los precios solo aumentaban. Por primera vez en meses, casi un 20 % de los propietarios de viviendas rebajaron sus precios al no encontrar compradores por el valor que pedían.

Esto ocurrió el pasado mes de mayo. Sin embargo, según los analistas consultados por la agencia de noticias EFE, la mayoría coincidió en que esta vez el sector inmobiliario de EEUU no se encuentra frente a las circunstancias que desataron la crisis financiera de 2007-2008

Mientras en la burbuja inmobiliaria de finales de los años 2000, hubo un exceso de construcción unido junto con la concesión de préstamos hipotecarios a personas con poca solvencia, los altos precios vistos durante los últimos dos años de pandemia responden a una discrepancia entre la oferta y la demanda: hay poca oferta frente a una gran demanda.

Las viviendas definen el sector inmobiliario de EEUU

El mercado de viviendas disponibles se encuentra en mínimos históricos del 2,4 % según los últimos datos. Esa escasez de casas y apartamentos se ha visto como el principal responsable de los altos precios que exhibe el sector inmobiliario de EEUU.

El principal elemento que ha contribuido a enfriar ese sobrecalentamiento, se encuentra en las agresivas subidas de tipos de interés decretadas por la Reserva Federal (el banco central estadounidense). Esta medida se han tomado, precisamente, para combatir la creciente inflación y rebajar el apetito de los consumidores, lo que también incluye al sector inmobiliario, especialmente el segmento residencial.

Según el analista de la empresa de servicios financieros Black Knight, Andy Walden, la mayoría de deudores en el mercado actual se encuentran en una situación financiera robusta, lo que difiere de la situación en 2007-2008. Esa solidez se debe, entre otras razones, al endurecimiento de las regulaciones para conceder hipotecas que se dieron en esa época, precisamente para evitar una crisis como la de entonces.

Por lo tanto, las subidas de las tasas de interés, con el consiguiente encarecimiento de las hipotecas, puede retrasar las decisiones de compra, sobre todo entre los más jóvenes que pueden quedarse más tiempo en la casa de los padres o también entre quienes quieren comprar una segunda vivienda.

Sin embargo, como una vivienda es una necesidad básica, incluso con el aumento del costo de las hipotecas, es poco probable que la demanda de viviendas se desplome. Ello además se suma con otro hecho clave: la construcción de nuevos proyectos lleva varios años detrás de las necesidades del mercado.

Este análisis lleva a la agencia de calificación de deuda Moody’s a estimar que los precios se moderen frente a las subidas del último año. En el último informe del sector, de hecho, no contemplaron un escenario de estallido de burbuja como el de finales de los años 2000.

¿Qué pasa con las oficinas?

Según Hines, uno de los inversores inmobiliarios más grandes del mundo, este descenso en los precios sobre todo afectará al mercado de oficinas en Estados Unidos. Así lo declaró David L. Steinbach, director global de inversiones, a Bloomberg.

De acuerdo con cifras de Hines, los precios han caído entre 5 y 10% en algunas zonas del amplio sector inmobiliario de EEUU. Eso puede afectar los planes de expansión de numerosas compañías en Estados Unidos, e incluso Europa, pues además se suma con el aumento del costo de la financiación.

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