Proyecto Chacras

 

Un terremoto asoló a Ecuador en 2016. Una familia en Chacras, como muchas, perdió su vivienda. Es entonces cuando surge el Proyecto Chacras, como una respuesta ante el drama de quedarse sin hogar.

La propuesta del Proyecto Chacras estuvo a cargo de Natura Futura Arquitectos, un taller-estudio independiente de arquitectura, ubicado en la Provincia de los Ríos, Ecuador, junto con el colectivo de gestión cultural Cronopios-El Oro.

En 10 días se le dio forma al proyecto para que esta familia pudiera tener la vivienda que había perdido. Pero no solo se trató de concebir de nuevo el necesario hogar. La propuesta también figuró entre los 20 finalistas del Premio Oscar Niemeyer 2018 de Arquitectura Latinoamericana.

Cómo se fraguó el Proyecto Chacras

Tras quedarse sin vivienda, Don Velfor encontró refugio en un terreno de 12 por 10 metros cuadrados, que además estaba parcialmente ocupado por su suegra. Además de quedarse sin vivienda, quedó sin trabajo por el cambio de residencia.

Natura Futura Arquitectura plantea entonces un diseño emergente para ayudar a esta familia de Chacras. Junto con el colectivo Cronopios-El Oro, convocan por prensa, redes sociales y de boca en boca, para la recolección de materiales, herramientas y voluntarios que se sumen a la ejecución de la vivienda.

El Proyecto Chacras cuenta con bases de hormigón y ladrillos, sobre la cual se estructura una casa modular a base de pallets o paletas de carga, construidas con madera de pino. Las mismas paletas que son utilizadas para transportar grandes cantidades de mercancías en grandes almacenes.

La vivienda está estructurada en tres cuerpos, dos utilizados como dormitorio y uno para cocina y sala. Lo bueno es que la vivienda puede seguir creciendo sobre la plataforma que la separa del piso.

Esta distancia de separación del terreno protege las estructuras de la humedad y garantiza un flujo de aire constante que refresca la vivienda. Ello además se refuerza con la altitud del techo, los espacios abiertos y las transparencias de las ventanas, lo que permite una ventilación cruzada todo el tiempo y una grata iluminación.

Las ventanas fueron construidas con madera semidura y tiras de desecho recicladas. En el techo se utilizaron planchas de zinc con un gran vuelo para proteger la vivienda y sus alrededores. La ancha puerta principal articula con la cocina. En el Proyecto Chacras, las estanterías están hechas de canastas también recicladas, que son utilizadas para el transporte de frutas.

Arquitectura con sentido social

Velfor fue incorporado al proceso de construcción. De este modo, no sólo participó en el levantamiento del hogar para su familia, sino que además recibió una formación que le permitirá  explorar nuevas opciones para mejorar la economía familiar.

En este sentido, la vivienda cuenta con un huerto familiar (hecho con cauchos o llantas rellenas de tierra) y un espacio para la venta de meriendas o almuerzos, con miras a que esta familia pueda garantizar su sustento.

La plataforma de ingreso también funciona como un espacio de interacción social con las familias ubicadas en las viviendas adyacentes. Sirve, tanto para poner una mesa con sillas y servir un almuerzo, como para poner una alfombra y descansar.

Las ventanas bajas, a ras de piso, ofrecen también unas posibilidades lúdicas para los niños de la familia ya que funcionan como puertas de entrada y salida para los más pequeños.

En el Proyecto Chacras queda en evidencia cómo la arquitectura no sólo es sostenible mediante el uso de materiales reciclados, sino que además puede ser un catalizador de la transformación social de una población.

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